viernes, 16 de noviembre de 2012

Acepta las críticas pero nunca te avergüences

Uno de los aspectos más duros de ser diseñador es que constantemente (si no es que todo el tiempo) estás en una posición donde los demás pueden criticar tu trabajo. A veces de manera positiva, a veces negativa. En este medio todo es subjetivo, cada quien tiene sus propios gustos y estilos y en eso se basan al formular una crítica, y uno como diseñador tiene que aprender a reconocer el valor y la calidad de su trabajo para que dichas críticas no afecte tanto al orgullo y al ego del artista como a su estilo y forma de trabajar.

¿Por qué he decidido hablar de esto? Porque hace unos días me vi en una situación algo incómoda en la cual mi grupo de dibujo salió a criticar los posters que mis compañeros y yo habíamos creado para nuestra clase de Historia de la cultura visual, y a pesar de que el profesor de esa materia había alagado mi trabajo un sin fin de veces por realmente haber captado la esencia del comic americano, la reacción del profesor de dibujo fue "A este se le pasó la mano. Demasiado cómic, no tiene chiste." Y en ese momento me sentí muy mal ya que era un trabajo en el que había invertido mucho tiempo y esfuerzo y que además había sido elogiado por otros profesores de la carrera, y así, de un segundo a otro, pasé de estar orgullosa de mi trabajo a sentir vergüenza por él. Pero después de unos momentos me di cuenta de que no tenía por qué sentirme así. Mi trabajo era bueno, de lo contrario no hubiera recibido tantos comentarios positivos tanto de compañeros como de profesores del área, y me di cuenta en ese momento de la importancia de, como diseñador, tener fe y confianza en el trabajo que se hace y no dejar que la opinión de algunos hagan que te avergüences de algo en lo que trabajaste tan duro.

Con esto no quiero decir que no debemos de hacer caso a las opiniones en contra de nuestro trabajo. Uno como diseñador debe aprender a tomas las críticas como lo que son: críticas. Y tomarlas en cuenta si eso es lo que el artista cree conveniente, porque el no recibir una retroalimentación de tu trabajo puede resultar en estancamiento creativo. Pero también debemos tener en cuenta que el cambiar nuestra forma de trabajar o el estilo que manejamos por las críticas de alguien más es como si un doctor dejara de operar a sus pacientes cuando algún crítico dice que otro doctor es mejor operando.

Mi consejo para todos ustedes diseñadores tratando de innovar y de destacar en el medio: acepten y escuchen las críticas. Estén abiertos al cambio, pero nunca cambien su esencia o se sientan avergonzados en un trabajo solo por haber recibido un mal comentario. Crezcan como personas y como diseñadores aceptado los buenos y malos comentarios pero siempre defendiendo su trabajo y sin arrepentirse de las obras que crearon.

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